Se escribe ''porque sí'', se dice ''porque me gusta''.

Se siente como un te agarro y no te suelto. Un voy a comerte una noche cualquiera, pequeño.
Dices que no es un secreto, aclara tus ideas y hablamos... Tal vez este fin de semana.
Sabor a tabaco por tu culpa, olor a ti.
Son horas de besos. De sonrisas y amor a quemarropa hasta en los ojos.
Que si tu me muerdes la boca, yo te muerdo la oreja, y ya he encontrado un punto cardinal para no perdernos.
Los ombligos y los lunares se los ha llevado la primavera, y el verano trae unas caderas, un vaso de cubata vacío, susurros, besos y un secreto a voces.
Son ganas de ti, hasta en los dedos de los pies. Como un café sólo un domingo, o un lunes a destiempo, como este.
Desayunar helado, dormirse en el bus o, para que, comerte a ti entre un montón de arena.

-Que me traes de cabeza, que te pongo del revés.

Era el aliento lo único que cabía entre nosotros dos-.

Puedo intentar inventarte, aunque sabes que sería más de pintarte, no llevo colores encima y estoy a cinco días de poder escribir algo en tu cuello.
Es un fin del mundo, con fuegos artificiales a la derecha y sentada entre tus piernas.
Quiero tirarme a tu cuello, colgarme de ti. Escuchar un simple ''venga''.
El problema y la solución, un Terremoto, pero pequeñito eh.

-Y con tanto y con tan poco, se hizo grande la ilusión.

Es como querer decírtelo todo, y no decir nada a la vez.
Un infinito del cuello a la boca. Un ''te cuido de más'', tras un led en rojo.
Es acostumbrarse a esperar, y que no pase el tiempo, es impaciencia de loca.

Ñam? Te muerdo!