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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Complejo de Amelié.

Volver a las andadas con un puñado de bolis, lápices y folios en el bolso, que en cualquier momento puede darme por escribirte, dibujarte o inventarte un rato.
Haré que cada una de mis terminaciones nerviosas cobre vida.
Pasa por mi mente un Yo quería que nos pasara y tú, lo dejaste pasar.
Te das cuenta de que sólo quedan unos días para que se acabe este año que empezaste volando, flotando... y con una hostia contra lo que había de verdad a tu alrededor.
Cambiaste el color de tu pelo hasta perder la cuenta de lo que pasaba por tu lado.
Sobreviviste a base de unas sonrisas que a día de hoy ni tu sabes que querían decir.
Aprendiste a desaprender, porque hay cosas que es mejor dejar a un lado, borrar y olvidar.
Te hiciste cargo de otras risas, cosiste todos los descosidos que se pusieron por tu camino, te cruzaste en unas cuantas vidas, te rozaron y golpearon tal vez más de la cuenta, y sigues en busca de un sastre que te eche una mano una noche empezando por meterse en tu ombligo. 
Sigues andando hacia el norte después de encontrar un paraíso en aquel lunar. Dejaste tu forma en su omóplato y pusiste a fuego lento un par de huellas en un cuello el primer día en que el el mar y la noche empezaban a mezclarse con el calor.
Después te empujaron a vivir, a disfrutar, a dejarte llevar por un par de tacones o unas bonitas y gastadas zapatillas puestas para salir a matar. Entre líneas encontraste lo que te necesitabas dejando a un lado la falta de unos brazos rodeandote y una respiración en el pecho.
Perdiste la cuenta de las carcajas, las aventuras y las locuras para rememorar.
Tu cuerpo sabe a sal a día de hoy por todas las lágrimas que no derramaste.
Una mirada arrasó contigo hace no mucho y te perdiste en su brillo sin encontrar respuesta.
Te emborrachaste del cariño de los tuyos y una cantidad no muy recomdable de chupitos. Dejaste de escribir, lo sentías todo, pero sólo querías inventar ilusiones en las nubes porque creías que no dolería pero terminó haciendote más daño que lo que pasaba realmente por aquí.
Ahora, después de más miradas cruzadas, improbables e historias de noches tontas, recordaste con la lluvia que tocaba escribir tú entre letras y palabras el secreto imperfecto, aunque no fuera en mayúsculas.
Que se arriesgue el que lo quiera lograr porque no consentirás jugar sin ganar una vez más.
La idea ahora esta en ser, voraces, volátiles, opuestos, complementarios, puede que imposibles o almas gemelas, tal vez, sólo tal vez. Buscar puede que encontrar, y sino seguir, sacar la sonrisa esa que hace que tus ojos brillen más incluso a oscuras. Podemos ser frágiles y hacernos casi indestructibles una noche, o ser fuertes y derrumbarnos entre otras manos.
Lucharé, romperé con mi fragilidad y disfrutaré de este frío y la lluvia todo lo que mi cuerpo resista.

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