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jueves, 28 de marzo de 2013

M.

El cielo lleva unos días gris, pero no impide el brillo que desprendo últimamente.
Ñaa.
Presté atención a mis latidos y me contaron que su razón eran cada uno de tus parpadeos.
Mi sonrisa busca tus ojos y encuentra un océano que sobrevolar y un cielo por el que perderse a tu lado.
Cada rincón de mi piel quiere notar la calidez de tu respiración.
Mi mente y yo nos queremos perder en cada una de tus carcajadas y esas medias sonrisas.
Suena el teléfono, una canción acompaña pero todo se le queda pequeño a tu voz.
Somos una gran distancia reducida a un par de habitaciones que retumban con nuestras risas
Pierdo la razón y me encuentro con tu locura
Mis ganas y mis dedos colgamos de la ventana esperando una brisa aún invernal por la que dejarnos llevar
La voracidad del silencio que lo dice todo
La perpetuidad de un incendio de nieve y calor
Una lluvia fría que hierve y se evapora al entrar en contacto con mi cuerpo
Mis lunares se esconden, dicen que no quieren saber del mundo hasta que vengas.
Hay incertidumbres y miedos rondando por mi interior, pequeña negatividad de esa que me acompaña siempre, pero bueno, de un salto espero me deshaga de ello.
Somos un montón de planes, unos cuantos ''te quiero'' de esos sinceros que llegan bien adentro.
Palabras mezcladas, inventadas, algo de gallego viaja hasta el sur. Ñoñerías y puteo en la misma conversación. Cosas de niños, o de jirafas, siempre con un café cerca.
Tarareo un Aunque tu no lo sepas, y empieza a sonar Lucha de gigantes
Te puedo decir que tendremos domingos astrománticos, pero que no me dejaré llevar por el viento sin ti.
Que aunque sienta mi fragilidad, haré tu risa estallar con mis tonterías. Mataré monstruos, los portales contarán historias (y los aeropuertos también).
Gritaremos Stay the night, y aquí nos quedaremos, o en cualquier lugar al que el mundo nos quiera llevar.

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